jueves, 5 de septiembre de 2013

LA MOLINERA; Escrito por una alunma de la Escuela de Adultos


Érase una vez un molinero y una molinera, muy buenos que ayudaban a todas las personas que se lo pedían, pero su felicidad no estaba completa porque no tenían hijos y su mayor deseo era tener, sobre todo, una niña, a quien dar su amor y su cariño.

Un día, el marido quería darle una sorpresa a su mujer, y mientras ella fue a misa cogió la harina más buena y blanca que tenía, hizo con ella una masa, y de esa masa moldeó de tamaño natural a una niña.
La coció en el horno y vistiéndola con la ropa de una sobrina, la puso en el balcón de su casa. Un hada que pasaba por allí vio a la niña de pan en el balcón, y acordándose de la tristeza de los molineros, y de que eran gente muy buena y caritativa, hizo un hechizo mágico y le dio vida a la niña, aunque le dijo: -No podrás hablar, sino0 te lo piden, "Por el sol, la luna y las estrellas"

Volvía la molinera de misa y a lo lejos vio en el balcón de su casa a una linda niña que estaba sentada, mirando los pájaros y las flores. Corrió en su busca y la abrazó diciendo: -Dios se ha acordado de nosotros y nos ha dado una hija.

Desde entonces, el matrimonio tenía todo lo que podía desear, y así los tres se ayudaban para tener más obras de caridad.

Frente al molino, había un palacio con grandes jardines y en el, un príncipe. Al lado, vivía en otro palacete más pequeño una niña que no era fea, pero su carácter frío, agrio y malhumorado, la hacía fea.
Todos los días el pequeño príncipe y la molinera jugaban juntos en los jardines del palacio.

Con el paso del tiempo se hicieron mayores, la molinera se convirtió en una chica de gran belleza en carácter y dulzura aunque no hablaba.

El príncipe estaba secretamente enamorado de ella, pero clara, no podía hablar y esto si que era impedimento.
Con motivo de su cumpleaños, los reyes organizaron una fiesta, y a ella, invitaron a muchas chicas para que el príncipe escogiera esposa. Blanca Rosa, que así se llamaba la molinera, indicó al príncipe Juan que la siguiera y llevándolo hasta el molino, le dijo que se sentara, la molinera se puso en el centro de la habitación, y con un dedo señaló la leña , esta se puso de pie y se metió sola en el horno y cuando estaba encendido se remangó el vestido y se metió en él.

El príncipe asustado la llamaba, y entonces, Blanca Rosa, salió del horno como si tal cosa, llevando entre sus manos una bandeja de plata con dos hermosos pescados y se los ofreció a Juan, el cual salió del palacio corriendo y gritando: -¡Milagro, milagro!
Explicó lo sucedido a sus padres los reyes, y la vecina al escucharlo dijo: -Pues si esa pobre molinera ha hecho este prodigio, yo que soy más rica y poderosa lo podré hacer mejor, y diciendo, se puso en el centro y mandó a la leña que se metiera en el horno, pero esta no se movió, así que tubo que meterla ella, rompiéndose el vestido.

El príncipe estaba muy triste porque no hablaba con Blanca Rosa y se pasaba las noches mirando las estrellas. Al cabo del tiempo, la molinera llamó a Juan y haciendo como la vez anterior, se metió en el horno y salió esta vez, con un rico pastel.

La vecina dijo: -Esta vez si que lo puedo hacer, y se metió en el horno, así que la molinera entró por ella sacándola y salvándole la vida.

El príncipe Juan tenía que escoger esposa, y muy triste, salió al jardín y comenzó a llorar. Entonces, de una de sus lágrimas cayó una pequeña violeta y de ella salió un hada. Cuando el hada lo vio tan triste se apiadó de él y le contó el secreto.

Juan corrió hasta el molino y le dijo a Rosa Blanca: -Te pido que hables por el sol, la luna y las estrellas.

Blanca Rosa por fin pudo hablar, se hicieron novios y se casaron, fueron muy felices y comieron perdices...

Aquí está mi pequeña historia tal y como yo la tenía en mi cabeza y así os la he contado......


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